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Cien años de historia de la emigración salvadoreña

Sobrevolando 100 años de emigración salvadoreña
Por José Manuel Ortiz Benítez*

“Cuando viajo a un nuevo lugar me interesa especialmente leer el libro que la gente lleva escrito en su rostro” afirma el escritor valenciano Manuel Vincent desde Madrid, una ciudad donde el 70% de la población de 4 millones de habitantes se sospecha es migrante (Foto Jaime Rivas Castillo, emigrantes salvadoreños a bordo de un tren por territorio mexicano).

Los libros que llevan los migrantes dibujados en sus rostros son auténticas enciclopedias griegas, verdaderas poesías llenas de desgracias, abusos físicos y lesiones internas. Con el tiempo, se sanan, pero se vuelven imborrables, se vuelven parte del material básico con el que están hechos los recuerdos.

Según algunos informes, la historia de la emigración salvadoreña arranca tibiamente a principios del siglo XX. En aquellos inicios, el destino era el centro mundial de procesamiento del café, San Francisco, California. Nada despampanante, un par de emigrantes sueltos de aquí y allá, partiendo hacia el otro lado del Golden Gate en busca de una mejor vida, de eso hace ya cerca de 100 años.

En esa majestuosa ciudad de primaveras eternas y asfaltos empinados, hay salvadoreños de 4ª, 5ª y 6ª generación, ellos conforman las primeras generaciones perdidas de salvadoreños fuera de nuestras fronteras patrias.

A principios del siglo pasado, también hubo un ligero cordón migratorio hacia el sur: hacia la zona del Canal de Panamá. El poeta más universal que tenemos nos dejó un crudo y estremecedor poema al respeto. Los eternos indocumentados, dice Roque Dalton en su poema.

Sin embargo, no sería hasta la década de los 60s cuando la emigración salvadoreña empezaría a ser tosca, masiva y profundamente traumática. El destino en esos años era hacia el país que tenemos directamente encima de nuestros hombros geográficos, Honduras.

Emigrar a Honduras no precisó de grandes inventos, muchos salieron a pata, otros sobre dos ruedas, otros empujando una carreta, cargados de maletas rotas y bolsas de plástico, a buscar suerte y fortuna al país bananero de 5 estrellas. Sólo encontrarían pobreza y desdicha (Migrantes salvadoreños en tránsito hacia Honduras).

Al final de esa década, Honduras se había convertido ya en el país con más salvadoreños del mundo después de El Salvador.

Las condiciones de vida de los compatriotas en Honduras iban más allá de la infelicidad y las miserias propias de aquella época. En los momentos más álgidos, Honduras llegó a acumular más 350,000 salvadoreños, la mayoría refugiados en condiciones realmente dolorosas.

En esa década también arrancaría otra ola migratoria, y, a diferencia de las otras, ésta cambiaría el destino de todos, o casi todos, los salvadoreños: la emigración hacia los Estados Unidos.

La emigración salvadoreña arranca de Oriente

El paisano Sigfredo Chávez, original de Intipucá, La Unión, no supo el día que arribó a Washington DC, sólo recuerda que había un frío que nunca antes habían experimentado sus carnes.

65 días después de haber salido de su pueblo, desorientado apareció un domingo por la tarde el 19 de febrero de 1967 en el cruce de la 14 y la Irving Street, una zona de Washington que delimitaba el espacio entre ricos y pobres, entre negros y blancos, entre obreros y oficinistas.

A Sigfredo le habían dicho que se aproximara a esa zona, que por ahí había una iglesia que ayudaba a los inmigrantes latinoamericanos. Nadie sabe donde durmió Sigfredo Chávez aquella noche –el New York Times no detalle esa parte en su reportaje. En cualquier caso, Sigfredo Chávez, con ese filón de rebusquero que tanto caracteriza a la raza salvadoreña, no se dio por vencido e intentó encontrar la iglesia el día siguiente, esta vez –sin las urgencias del atardecer– tendría mejor suerte (Foto Flickr: Iglesia Sagrado Corazón en Adams Morgan).

Aquel día gélido, en el interior de la iglesia Sagrado Corazón, en la calle 16 y la entonces Pine Street, NW, había calefacción. El padre John S. Spence, el párroco de la Iglesia, recibió al grupo de latinoamericanos donde se había colado Sigfredo, y les dijo que en menos de 7 días tendrían todos un número de seguridad social para ponerse a trabajar de forma legal.

En cuestión de días, Sigfredo Chávez consiguió su tarjeta de seguridad social, se puso a trabajar de lavaplato en un restaurante de la zona, donde trabajaba un conocido suyo que había hecho durante el viaje.

Tres meses después, llegaron las primeras cartas a Intipucá y rápidamente se armó el hilo conductor que daría inicio a la ola migratoria salvadoreña más grande de la costa este de los Estados Unidos.

A Sigfredo Chávez, le siguió Alfredo Arias en mayo de 1667, Maximiliano Arias en 1968, Ana Medina Jiménez en 1969, Canda Arias en 1970, Cipriano Berrios en 1971, Blanca Marchante en 1972, Maria Guadalupe Medina, 1973, Efraín Caballero en 1974, Marta Chávez en 1975, José Isidro Romero en 1976, José Manuel Ortiz Zelaya en 1977, José Ariel Díaz en 1978, Mirtala Benítez en 1978, Alicia Pérez en 1979, José Rigoberto Ventura en 1980, David Alvarado en 1981, Cristina Alvarado en 1982, David Guardado en 1983, Elida Berrios 1984, Elmer Carrillo en 1985, todos en fila india fueron llegando año tras año, todos de una misma localidad, Intipucá, en el departamento de La Unión, al oriente del país.

Para entonces, El Salvador ya había entrado en la gran guerra civil que nos destruyó, y el país entero parecía querer vaciarse hacia Los Estados Unidos (Foto Intipucaonline: Sigfredo Chávez 29 años).

Mucho ha llovido desde entonces y los salvadoreños, con sus versos trágicos dibujados en sus caras, siguen echándose a la suerte de Dios en su odisea particular fuera de las fronteras patrias. Las proporciones del abandono nacional siguen siendo realmente alarmantes.

Un estudio del PNUD El Salvador –el único serio al respecto– afirma que durante el período 1996-2004, se registró un saldo migratorio neto de 1,875,000 personas, lo que arroja, si hacemos una simple división, una cifra de 570 salvadoreños que abandonaron el país cada día entre el 1 de enero de 1996 y el 31 de diciembre de 2004.

Cien años después, el destino por excelencia sigue siendo Estados Unidos.

En los océanos estadísticos de ese país, hay un dato escondido espectacular: los salvadoreños componen el 3% de toda la inmigración de EE.UU., según cifras oficiales del US Census Bureau. Los salvadoreños son el tercer grupo que más ciudadanos (nuevos) aporta a EE.UU. por la vía de la naturalización, después de los mexicanos y cubanos, y los compatriotas salvadoreños registran los niveles de natalidad más altos de todos los grupos étnicos en los Estados Unidos.

En el Censo de El Salvador de 2007, el 96% de los salvadoreños dice que tiene un familiar viviendo en algún lugar de Norteamérica.

100 años de emigración salvadoreña han cambiado el rostro de El Salvador, han cambiado la forma de vernos y sentirnos. Ya no somos los salvadoreños de antes. Como pueblo migrante, hemos avanzado, hemos prosperado, nos hemos integrado mejor en las sociedades de los países de destino, nos hemos hecho expertos en el arte de emigrar, pero seguimos llevando un grueso libro de tragedia griega escrito en nuestras caras:

  • Durante el 1 de enero de 2004 al 31 de diciembre 2008 –era dura de George W. Bush– Estados Unidos deportó a El Salvador un total de 68,072 salvadoreños, lo que equivale a 1.6 deportados cada hora, 37.3 cada día, a pesar de haber sido el único país latinoamericano que derramó sudor y sangre por mantener en alto la Vieja Gloria de EE.UU. en los desiertos de Irak.


  • Durante el 1 de enero al 3 abril de 2009 –era light de Barack Obama– Estados Unidos deportó 4,855 salvadoreños, lo que supone un aumento en las deportaciones totales de 3.5% respecto al mismo período del año 2008. Es decir, hasta el 3 de abril de 2009, las deportaciones masivas de personas de EE.UU. a El Salvador han batido su propio récord, a pesar de la entrada de la nueva administración del Presidente Obama el 20 de enero de 2009.


  • Se especula que puede haber entre 700,000 y 1,200,000 salvadoreños en EE.UU. viviendo de manera indocumentada y, por tanto, al margen de la protección de la ley y bajo intensa persecución policial.
Sigfredo Chávez, murió de vejez en su pueblo natal de Intipucá, La Unión, a finales de 2006, cuatro meses antes de que el municipio inaugurara la Estatua del Inmigrante en su honor y reconocimiento.

Todos los hijos de Sigfredo Chávez viven y trabajan en Estados Unidos, 9 nietos de Sigfredo Chávez son ciudadanos de los Estados Unidos.

Aquella fría tarde del domingo 19 de febrero de 1967, Sigfredo Chávez nunca pensó que su rastro hacia el norte sería seguido por millones de compatriotas en busca de mejor vida, lejos de sus fronteras patrias, incluido este humilde servidor.

Otros Artículos de esta autor AQUÍ *Miembro de Salvadoreños en el Mundo
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15 comments :

  1. Utah Ortiz,

    No se compare con los 100 años de soledad del gran maestro de la literatura.

    ...100 de emigración salvadoreña.

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  2. Guanacos si tanto les gusta emigrar, pues emigren la emigracion los hara libre.

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  3. Ortiz, no haga caso, buen aporte literario, parece una historia novelesca.

    Saludos, Christian, F

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  4. Yo creo que la emigracion empezo en mesoamerica, al principio de todos los tiempos, o sea en la prehistoria.

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  5. Cheros,

    El cuento de Ortiz es real si hubo un Sr. de este pueblo que se fue a Estados Unidos en 1967.
    Todo eso que cuenta de él es verdad. No se porque atacan a este señor que escribe el artículo

    Chepe Intipuqueño

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  6. Ortiz,

    A mi solo me salen 37 inmigrantes por dia.

    Se equivoca ud en su calculo.

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  7. Al amigo que no sabe hacer una simple división:

    El calculo de los 570 inmigrantes que abandonan el pais por dia.

    Total emigrados: 1,875,000
    Periodo estudiado: Nueve años que suman 3,285 días

    El calculo: 1,875,000 / 3285 = 570.77 emigrados por dia en 9 años

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  8. Compatriota migrante. Sr Ortiz reciba mi saludo y felictaciones por ete artículo, que bien dice alguien parece na novela, pero con un buen sentido literario.

    Por suerte muchos hemos encontrado, en el país donde decidimos quedarnos, lo que en el nuestro no encontramos. ESTABILIDAD LABORAL, BUEN SISTEMA DE SALUD. LA VERDAD NADIE ES PROFETA EN SU PROPIO PUEBLO.

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  9. Hey Manny, es usted un barbaro con su pluma, y alguien dice por ahí que solo es bueno traduciendo las ideas de los demas.

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  10. NINGUNO DEBE PONER EN TELA DE JUICIO LA MIGRACION,DESDE HABRAHAM,HASTA NUESTROS DIAS ESO HA SIDO SIEMPRE EL PILASTRO DE LAS CULTURAS MILENARIAS DE LAS CUALES CONOCEMOS, Y LOS SALVADORENOS SOMOS PARTICIPES DE UNA O DE OTRA MANERA, ES UNA ESTUPIDES PENSAR QUE TODOS DEBEMOS VIVIR CONFINADOS POR FRONTERAS,LA MEZCLA DE LAS RAZAS O ETNIAS HA HECHO ASI QUE SEAMOS MAS DINAMICOS DE NUESTROS ANCESTROS!!QUIEN SE IBA A IMAGINAR QUE ME IBA A VENIR A VIVIR A ROMA EL OMBLIGO DEL MUNDO CONOCER LAS CULTURAS Y SUS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS TE AYUDA A ENTENDER Y SER TOLERANTE CON LOS DEMAS,AQUI COMPARTO CON CRISTIANOS HEBREOS MUSULMANES NEGROS AMARILLOS LATINOS RUSOS ETC,ETC,SIN ETIQUETAS DE RELIGION O ETNIA SOMOS HUMANOS Y BASTA AL MENOS YO NO TENGO EL COMPLEJO DE EMIGRADO Y DE ESTO DEBEN SABER MUCHOS SI NO LOGRAS TUMBAR EL COMPLEHJO DE EMIGRADO TE SERA MAS DIFICIL ENTENDER LA MIGRACION!!!

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  11. Un buen articulo Juan Manuel Ortiz Benitez.

    Creo que la mayoria que emigramos en los 60(nuestros padres) y los hijos ´70 hacia el norte no nos queda otra que comparar nuestra experiencia tan intima con la realidad que nos detalla Manuel.

    Paisano Ortiz, le digo a macho a macho, NO SE AGUEVE EN SEGUIR ESCRIBIENDO ARTICULOS QUE A LA SAZON, ESTAN PERMEANDO NUESTRAS IDENTIDADES TAN OLVIDADAS Y CONMUCHO VALOR DESDE ALLI, ESPAÑA, LA PENINSULA QUE NOS COMPARTE EL ARTE DEL LENGUAJE DE LA MADRE TIERRA... ADELANTE.

    Los que escriben vaguezas no entienden TODA LA DIMENSION ANUNCIADAS EN SUS ARTICULOS !

    GRACIAS !

    Debo de admitir tambien que, una de las cosas que al regresar al Salvador nos queja una idea de migracion la cual no se ha indagado mucho en el pais, la cual es, el estudio del fenomeno de la Inmigracion al pais de distintas nacionalidades que marca nuestras relaciones con el mundo y sus pueblos y cultura.

    Talvez alguien lea estas lineas para tomar un calculo de estudio cientifico serio de dichas migraciones.

    Nuevamente gracias Ortiz y...

    Adelante !


    Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.

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  12. Que interesante el relato. Tal como lo senala, la inmigracion a este pais por los salvadorenos se estrecha a traves del tiempo y a lo largo del pais. Venimos todos con la nocion que aqui encontraremos lo que en el pulgarcito nos hacia falta. Pero la realidad es otra, tanto aqui como alla se pueden realizar las ideas y la economia que anhelamos, lo unico es que para todos, no solo los salvadorenos, lo atractivo del pais es lo que se oye -- hay dinero, hay trabajo, si lo haces bien, esta de maravilla. Cierto, aqui se puede hacer muchisimo, pero muchos salvadorenos vienen con la mentalidad que solamente estamos para trabajar o peor para la jodarria!

    Por otro lado, del ano 1967 y mucho mas antes, llegaron aun mas imigrantes salvadorenos, no se que motivo fue tan especial el caballero del 67 para otorgarle dicho honor. Pero ese es otro cuento.

    Saludos.

    Chepito Mayo Peta

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  13. La migracion, es un fenomeno generado por el deseo de sobrevivencia del genero humano, datos familiares que conozco, me permiten registrar migracion familiar desde la fundacion de Antigua Guatemala, a los cuales les he seguido su historia. La historia de los pueblos, la produce la migracion, solo conociendo cada reducto de la tierra podemos garantizar la sobrevivencia del ser humano. Es la busqueda de libertad, paz y trabajo, la que fundamenta firmemente ese deseo inquebrantable del individuo, por salir adelante en la vida. Es el espiritu indomable de la raza humana, luchadora y es asi como escribe su historia con su andar. El suscrito, tambien ha migrado y a retornado a esta tierra linda, que relumbra desde los horizontes lejanos y nos da el cobijo de esa simiente dejada por nuestros padres y ancestros en este pequeño terruño. Gracias. Ruben Z. Neveu de Saint Exupery.

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  14. JOSE MNUEL ORTIZ BENITEZ, SE VENDE MAL ANTE LA COMUNIDAD EXTRAJERA, ESTE TIPO TUVO UNA JEFATURA EN EL ISSS DESDE DONDE AFLORÓ SU VERDADERA PERSONALIDAD. UN TIPO QUE JUEGA SUCIO Y QUE LE GUSTA LA BUENA VIDA, LOS BUENOS APARTAMENTOS.

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  15. El que escribe esta nota es Jose Manuel Ortiz Benitez, el que fue a El Salvador a usurpar la presidencia de Salvadoreños en el Mundo. Anda haciendo Loby para que le den hueso pero los que le conocen por aqui por USA y por El Salvador saben que no es una persona honesta.

    PD. Favor deje de usurpar el puesto de PRESIDENTE DE SALVADORNOS EN EL MUNDO

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