Por los caminos de Chalatenango

Por los caminos de Chalatenango: Historia de la comandante María Serrano, María Chichilco la historia del pueblo salvadoreño.
Por Nora Mendez*

Un documental realizado durante la pasada guerra civil salvadoreña, meses previos a la ofensiva HASTA EL TOPE que para miles de combatientes guerrilleros significaba la puerta al triunfo de la revolución y terminó siendo otra dolorosa antesala para la firma definitiva de los Acuerdos de Paz de 1992. Ni el Ejército ni la guerrilla han proporcionado a la fecha datos oficiales de sus caídos, pero algunos estiman que el saldo de muertos asciende a unos 10,000.

La protagonista es una emblemática guerrillera y mujer de la zona de Chalatenango mejor conocida en la guerra como María Chichilco. La comandante Serrano se incorporó luego de la firma de los Acuerdos de Paz a la vida política junto a su partido FMLN, siendo diputada en el primer periodo ganado por el mismo. Pocos años pasaron para que María se diera cuenta de que su meta no era hacer ese tipo de trabajo que lejos estaba de llevar ayuda real a su gente en Arcatao y tantas otras zonas del país. Ahora vive retirada de la vida partidaria pero algo andará haciendo por mejorar la vida de su zona. La ex Comandante, cuyo nombre real es María Ofelia Navarrete, es considerada por algunas de sus ex compañeras/os de lucha que ahora ocupan cargos de poder, como una “renegada” y de pensamiento derechizado, quizás por las críticas que hace María a su antigua organización y partido. Pero nada y muchos menos un burócrata puede quitarle a Chichilco, su valor histórico, carisma e inteligencia para analizar la vida, así como todo el sacrificio hecho durante los años de la guerra. En las pasadas celebraciones por el ascenso al poder de Mauricio Funes y el FMLN, el grupo Cutumay hizo un homenaje sencillo, íntimo para María Chichilco y puede verse en este link de youtube.

En seis capítulos se relata la represión emprendida por los militares y la oligarquía para desatar una guerra fratricida contra un pueblo indefenso, que significó en términos monetarios una época de ganancias para un grupo de poder que se benefició de la guerra, siendo que EEUU llegó a destinar más de un millón de dólares diarios al Estado salvadoreño, para combatir contra una población que seguía siendo pobre y en su mayoría niños y niñas. María y su familia, como miles de campesinos, se ven obligados a defenderse como pueden y eso sólo es posible en la guerrilla, cuyos líderes alentaban la revolución para darle al pueblo educación, alimento y salud; promesas que aún debe a la población y serán las primeras demandas del pueblo en estos cinco años. Demandas que como siempre chocarán con los intereses de la vieja oligarquía y la oligarquía “social” que quiere desplazarla, con el apoyo de un gobierno que tiene una política de negociación mercantilista como se ha dejado ver en los primeros días de su gestión y un hecho que políticamente es reforzado por el golpe de Estado en Honduras, donde a Mel Zelaya no le bastó gobernar con tan sólo el apoyo del pueblo.

Hay una parte del documental en donde María explica las razones de la organización popular en los años 70, que principalmente fue exigir mejor alimentación y educación. Para ese entonces, la oligarquía cafetalera era tan retrógrada y avara que según me cuenta uno de los hijos de Don Roberto Hill, cuando su padre agregó a la ración de almuerzo un huevo duro para sus jornaleros, los demás hacendados lo acusaron de estar promoviendo el comunismo y le exigieron dar marcha atrás.

Esta es pues la historia de la comandante María Serrano como una muestra de la historia del pueblo campesino salvadoreño. Sin duda, una historia verídica, encomiable y conmovedora. Fidel Castro decía en un programa de TV hace pocos días, que el “hombre se sobrepone a todas las desgracias”. Sabrán esto los pobres, me digo a mi misma, los desamparados del mundo, los que en todos lados se quedaron con la ilusión del carrusel que ya no gira ; los mismo en Cuba que en Los Angeles y Arcatao. Qué nuevos días de combate nos esperan en el mundo, por el mundo, hacia qué nueva violencia nos empujan los de siempre? glaciares derretidos que amenazan sunamis que podrían sepultarnos a todos como lo hará en pocos meses en El Salvador, a las tierras de poblaciones campesinas la represa del Chaparral… Y el hombre seguirá en pie frente a todas esas desgracias? Seguirá con la fe en Dios? Un Dios que confiamos nos corresponda la fe que le tenemos y al que pedimos un poco más de vida, para seguir intentando cambiar, la vida.

Nora Mendez es escritora poeta salvadoreña

Newer Post Older Post